EL SUBCONSCIENTE
Entre la concepción, y aproximadamente hasta los 6 años, somos como potentes esponjas absorbiendo todo signo de amenaza. Nuestra Mente Subconsciente suma información para adaptarnos y conservar la vida.
Junto con el ritmo cardíaco, la circulación de la sangre, la respiración y más programas que nos mantienen con vida, se graban y activan otros cientos de programas que hoy generan emociones y nos avisan del «peligro» de cambiar, comprometernos con una pareja o hablar en público.
El subconsciente no es el problema, sino comprender su propósito y usarlo a nuestro favor.
«El subconsciente es un procesador de información mucho más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos. Sin embargo, podemos cambiar».
Dr. Bruce H. Lipton
MENTE
CONSCIENTE
Quiere hacer cambios
(piensa, analiza, participa de talleres, analiza, etc.).
Procesa 40 bits
de información por segundo.
Memoria a corto plazo.
Gestiona de 1 a 3 eventos al mismo tiempo.
Diferencia
el pasado del futuro.
MENTE
SUBCONSCIENTE
No le interesa cambiar o “ser feliz”:
guarda programas y hábitos que nos mantienen con vida y a salvo.
Procesa 40.000.000 de bits
de información por segundo.
Memoria a largo plazo.
Gestiona miles de eventos al mismo tiempo.
Siempre está en presente
(no diferencia el pasado).
PSYCH-K ®
¿Quiénes somos bajo el permiso del subconsciente?
Sentirnos amados y aceptados era tan importante como el alimento.
Más allá de los programas vinculados al funcionamiento del cuerpo y las experiencias de nuestro entorno, registramos información que va moldeando nuestra personalidad, en respuesta a la búsqueda de aceptación y reconocimiento por parte de la manada.
La experiencia que tenemos de nosotros mismos también responde a creencias. Creemos lo que los demás creen, nos parecemos a ellos y somos lo que los demás creen que somos. A pesar de que a nivel consciente tenemos día a día nuevas comprensiones de nosotros mismos, a nivel subconsciente seguimos activando un pasado que ya no nos representa.